martes, 22 de febrero de 2011

¡Comenzamos!

   Pues sí, tal y como dice el título... comenzamos. Comenzar, comenzamos con el blog porque esto de la psicología ya viene de hace años y, como creo que le pasa a casi todo el mundo, he evidenciado en mí cierta "deformación profesional" que me hace ver o percibir todo aquello que me rodea desde un punto de vista psicológico... digamos. No, eso no significa que esté psicoanalizando a todo el mundo (aquellos que se dediquen a lo mismo que yo me entenderán), sino que es inevitable utilizar el conocimiento que tengo de la mente humana o las relaciones sociales para generar una crítica o una opinión con respecto a noticias, eventos o sucesos. De ahí nace la pretensión de este blog: simplemente comentar o dar mi punto de vista con respecto a la actualidad y abrir la posibilidad de que todo aquel que entre en este pequeño rincón pueda aportar también su granito de arena.

   ¿Por qué "Efecto Pigmalión"?, os preguntaréis. Para aquel que no lo sepa, el Efecto Pigmalión tiene su origen en un mito griego, Pigmalión, un escultor. Pigmalión esculpió la más bella de sus obras, tanto que se llegó a enamorar de ella y, efectivamente, con tal belleza superó toda expectativa que se tenía de él como escultor. Pues bien, de ese mito surge el "Efecto Pigmalión", un concepto ampliamente utilizado en psicología y que viene a referirse al efecto que tienen las expectativas (positivas o negativas) de los demás o de nosotros mismos sobre nuestra conducta. Es decir, inevitablemente lo que los demás esperan de nosotros hace que se comporten de una manera determinada que, finalmente, viene a cumplir esas expectativas por el Efecto Pigmalión. Imaginaos un profesor el primer día de clase. Alguien le comunica que un alumno X es un alumno con bajo rendimiento escolar y que un alumno Y es un alumno brillante, cuando lo real es que ambos tienen un rendimiento similar. Probablemente, a final de curso, X tendrá notas más bajas e Y destacará entre el resto... ¿Por qué? Porque seguramente el profesor habrá tratado de forma distinta a X y a Y, no haciendo más que confirmar aquello que él creía cuando el curso comenzó.

   Contrariamente al título del blog, no quiero crear expectativas en vosotros, ni siquiera tratar de cambiar vuestra opinión; simplemente quiero compartir unas pequeñas líneas a la semana y crear, en cierto modo, un debate para que seáis vosotros mismos quienes generéis esas expectativas, espero siempre positivas.

   Pues nada más, en pocos días comenzaré con los comentarios. Supongo que no habrá que recordar que, ante todo, haya respeto y que no se tolerarán insultos ni comentarios despectivos hacia nadie.

MUCHAS GRACIAS A TODOS.